Summary: | La reciente erupción del volcán Eyjafjallajökull es una muestra – extremada, pero de probabilidad no despreciable – de la influencia que los aerosoles atmosféricos pueden tener en la vida diaria de miles de personas y en la economía mundial. Este acontecimiento ha sido seguido desde tierra por – entre otros instrumentos – radares láser (lidares) que han permitido determinar la evolución en el espacio y el tiempo de las nubes de ceniza proyectadas por el volcán y han proporcionado información de valor a las agencias meteorológicas y a las administraciones responsables de la seguridad de la navegación aérea. Postprint (published version)
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