| Summary: | Aunque el carroñeo es un fenómeno frecuente y la mayoría de los predadores son carroñeros facultativos, se sabe poco acerca la disponibilidad de la carroña y el uso que la comunidad de predadores hace del recurso carroñera en los bosques templados. Este estudio se realizó en el Bosque Primigenio de Bialowieza (Este de Polonia), uno de los bosques templados mejor preservados de Europa. Entre los inviernos de 1997/1998 a 2001/2002 hice el seguimiento de 214 cadáveres (193 de ungulados y 21 de especies no unguladas) de un total de 224 cadáveres registrados. El seguimiento consistió en inspecciones sistemáticas en las que se registraron las especies carroñeras que se habían estado alimentando del cadáver, el peso del cadáver y se describió la utilización por parte de los carroñeros. Se realizaron observaciones directas del comportamiento de los carroñeros en 21 cadáveres (934 horas). Tres censos anuales de cadáveres fueron llevados a cabo al final del invierno en 15 parcelas que cubrían un total de casi 8 km2. Los cadáveres de ciervo y de jabalí fueron los más abundantes. Como media, 1.8 cadáveres de ungulados/km2 estuvieron disponibles cada año para los carroñeros. La predación por parte del lobo y la enfermedad/hambre fueron los principales proveedores de carroña de ungulados. El suministro anual de carroña ungulada fue bastante constante, como media 89 kg/km2. De estos, los carroñeros consumieron realmente 75 kg/km2 de carroña de ungulados cada año. Los cadáveres de ungulados fueron consumidos a una tasa media de 2.5 kg/día, teniendo las presas de grandes predadores los índices más altos de consumo. La tasa diaria de consumo de cadáveres aumentó a medida que el invierno avanzaba. La duración de los cadáveres fue altamente variable, desde 1 día hasta más de 3 meses. Treinta y seis especies de aves y mamíferos utilizaron los cadáveres, principalmente durante el invierno. Las especies carroñeras más importantes y sus frecuencias medias de carroñeo fueron: el cuervo (Corvus corrax) (52%), el zorro (Vulpes vulpes) (33%), el perro mapache (Nyctereutes procyonoides) (18%), el arrendajo (Garrulus glandariu) (18%), el ratonero (Buteo buteo) (13%), el lobo (Canis lupus) (10%), el pigargo (Haliaeetus albicilla) (9%), la marta (Martes martes) (9%), el jabalí (Sus scrofa) (9%), y los páridos (Partus major) y (P. caeruleus). Los bandos de cuervos y los lobos fueron los principales responsables de las tasas de consumo más rápido de cadáveres. Los carroñeros seleccionaron los cadáveres en relación a su origen (predación por lobo o lince, enfermedad/hambre, caza) y el hábitat de la localización del cadáver. Las condiciones atmosféricas afectaron al carroñero en la mayoría de las especies. El gremio de carroñeros fue altamente eficiente localizando cadáveres, especialmente los cuervos y los arrendajos. En los principales carroñeros se observó un patrón diferencial en la utilización de cadáveres. La jerarquía interespecífica en los cadáveres estuvo basada en parte en el tamaño corporal de las especies carroñeras. Las agresiones, aunque generalmente fueron evitadas, fueron más frecuentes entre individuos de la especie subordinada. Se observaron procesos de inhibición y de facilitación entre miembros del gremio. Los cadáveres de ungulados fueron un recurso alimenticio predecible y crucial; y jugaron un papel esencial para la comunidad de predadores en invierno.
|
|---|