Desarrollo de una metodología analítica para la determinación de gases invernadero. Aplicación al estudio de la influencia del cambio climático global sobre la mineralización de la materia orgánica del suelo

Hace ahora algo más de un siglo, el sueco Svante Arrhenius señaló que el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, debido a la actividad humana, terminaría produciendo un calentamiento global del planeta. Arrhenius reconoció en su estudio de 1896, las contribuciones hechas a...

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Bibliographic Details
Main Author: Rey Garrote, María
Other Authors: Paseiro Losada, Perfecto, Simal Lozano, Jesús, Leirós de la Peña, María del Carmen, Gil Sotres, Fernando, Universidade de Santiago de Compostela. Departamento de Química Analítica, Nutrición e Bromatoloxía, Facultade de Farmacia
Format: Doctoral or Postdoctoral Thesis
Language:Spanish
Subjects:
Online Access:http://hdl.handle.net/10347/16072
Description
Summary:Hace ahora algo más de un siglo, el sueco Svante Arrhenius señaló que el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, debido a la actividad humana, terminaría produciendo un calentamiento global del planeta. Arrhenius reconoció en su estudio de 1896, las contribuciones hechas anteriormente para la comprensión del efecto invernadero por el matemático francés Jean-Baptiste Fourier, que se remontan a 1827. Sin embargo, no era la intención de Arrhenius el pronosticar ninguna catástrofe, más bien consistía en demostrar cómo un descenso en el contenido de CO2 podía haber provocado una glaciación. Su anuncio no pasó entonces de ser una curiosidad más entre los muchos pronósticos sobre el siglo que se avecinaba. (Vázquez, 1998). Hacia 1930, la idea de la existencia de un calentamiento de la Tierra empezó a tomar cuerpo. Probablemente ya entonces la típica frase de los inviernos ahora ya no son lo que eran empezó a tener sentido. En 1938, Guy Callendar presentó un trabajo en la Real Sociedad Meteorológica de Londres anunciando que desde 1890 el nivel de CO2 en la atmósfera había aumentado en un 10 por 100, lo cual había producido un calentamiento de la Tierra en ese mismo período. La comunidad científica empezaba a inquietarse con el tema. A principios de los años sesenta se llevaron a cabo una serie continuada de medidas en lugares poco contaminados tales como la Antártida o el Observatorio de Mauna Loa en las islas Hawai. Al poco tiempo era un hecho demostrado el continuo incremento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Desde entonces, científicos de todas las nacionalidades intentan ponerse de acuerdo sobre si existe cambio climático real o no, si éste es debido al aumento de CO2 de origen antropogénico y sobre sus posibles consecuencias para nuestro planeta.