La regulación de los flujos de capital: un análisis de las experiencias de Brasil, Perú e Islandia

Los flujos internacionales de capital y su regulación son fenómenos crecientemente relevantes en un mundo en el que las economías están cada vez más interrelacionadas. Fuente de indudables beneficios potenciales, la inversión internacional comporta también retos importantes para las autoridades de l...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Aguirre Carmona, Pablo
Other Authors: Alonso Rodríguez, José Antonio
Format: Doctoral or Postdoctoral Thesis
Language:Spanish
Published: Universidad Complutense de Madrid 2016
Subjects:
Online Access:https://eprints.ucm.es/id/eprint/43931/
https://eprints.ucm.es/id/eprint/43931/1/T39096.pdf
Description
Summary:Los flujos internacionales de capital y su regulación son fenómenos crecientemente relevantes en un mundo en el que las economías están cada vez más interrelacionadas. Fuente de indudables beneficios potenciales, la inversión internacional comporta también retos importantes para las autoridades de los países, tanto en el ámbito de las políticas macroeconómicas como en el de la estabilidad financiera. La economía ha mostrado un gran interés por estas cuestiones como mínimo desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el recién creado Fondo Monetario Internacional se erigió en el centro de un nuevo sistema monetario cuya estabilidad descansaba en buena medida en el margen de maniobra que la regulación de los flujos de capital otorgaba a los gobiernos para conducir sus políticas domésticas, permitiendo un cierto aislamiento con respecto a la valoración que de éstas pudieran hacer los inversores internacionales. Entre los años setenta y noventa del siglo XX, en el marco de una intensa y generalizada liberalización de los flujos de capital en todo el mundo, la regulación de estas transacciones fue crecientemente criticada desde la posición mayoritaria institucional y académica, siendo su progresiva desaparición vaticinada -y promovidacomo un síntoma del creciente desarrollo económico y político de las sociedades y la mayor libertad que debía proporcionar a los agentes. Sin embargo, las turbulencias financieras cada vez más habituales durante los noventa alimentaron un serio cuestionamiento de esta visión, y ya en los años dos mil la regulación de los flujos de capital vuelve a ser una política utilizada cada vez por más países, una tendencia que no habría hecho sino agudizarse tras el estallido de la crisis financiera y económica mundial en 2008.