| Summary: | El ligamento cruzado anterior (LCA) es el principal ligamento estabilizador de la rodilla, cuya función es limitar el desplazamiento craneal de la tibia con respecto al fémur, la ruptura de dicho ligamento se considera la patología ortopédica más frecuente en la clínica diaria, con una prevalencia del 20% afectando principalmente razas de talla grande como Terranova, Rottwailer, Labrador Retriever, Golden Retriever y American Staffordshire Terrier, en los cuales, la mayoría de las rupturas no son de origen traumático, si no que se producen como consecuencia de un proceso degenerativo parcial o completo por factores como la edad, el sobrepeso o enfermedades inmunomediadas. Para realizar el diagnóstico, se hace énfasis en la evaluación de la estabilidad de la rodilla según el funcionamiento total o parcial del ligamento mediante inspección, palpación y maniobras que evalúan la estabilidad articular como lo son la prueba de cajón y la prueba de compresión tibial, además, con ayuda de la anamnesis, los signos clínicos e imágenes radiográficas se logran identificar las causas de claudicación, excluir lesiones óseas o anormalidades de tejidos blandos y realizar la planeación quirúrgica según el método que sugiera el cirujano, dentro de las técnicas que se podrían implementar tenemos la sutura fabelar lateral (LFS), osteotomía niveladora de la meseta tibial (TPLO) y el avance de la tuberosidad tibial (TTA), siendo esta ultima la técnica menos invasiva y mostrando una recuperación más rápida en el paciente.
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