Summary: | El presente trabajo aborda un corpus de películas del cine argentino que se confronta con un episodio trágico de su historia reciente, el provocado por la dictadura militar de 1976-1983. Lo hace desde una mirada de la infancia. Se trata de Kamchatka (2002), Andrés no quiere dormir la siesta (2009) y la muy reconocida Infancia clandestina (2011). Dicha mirada es, en parte, consecuencia del afianzamiento de una voz por parte de la generación siguiente a la protagonista de los hechos, es decir la generación de la así llamada “post-memoria”. La recreación de una mirada infantil es uno de los recursos mediante los que la ficción lleva a cabo un aporte no sólo para la comprensión de cómo funciona la memoria, sino también del funcionamiento de otros discursos que atraviesan los imaginarios sociales, tales como la historiografía.
|