Un mundo dominado por los microorganismos. Ecología microbiana de los lagos antárticos.

La Antártida es el continente con las condiciones climáticas más severas de nuestro planeta. Esa dureza ambiental limita notablemente la diversidad de seres vivos que encontramos en los ecosistemas ant árticos en comparación con los de latitudes más bajas. Sin embargo, los ecosistemas acuáticos antá...

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Bibliographic Details
Main Authors: A. Camacho, E. Fernández-Valiente
Format: Article in Journal/Newspaper
Language:English
Spanish
Published: Asociación Española de Ecología Terrestre 2005
Subjects:
geo
Online Access:https://doaj.org/article/49d47ed4c0284e9b9e03cf7338c0de57
Description
Summary:La Antártida es el continente con las condiciones climáticas más severas de nuestro planeta. Esa dureza ambiental limita notablemente la diversidad de seres vivos que encontramos en los ecosistemas ant árticos en comparación con los de latitudes más bajas. Sin embargo, los ecosistemas acuáticos antárticos, y más concretamente los continentales, en la medida en que presentan agua libre, suponen una oportunidad para la vida que encuentra en ellos unos oasis en un desierto helado. A pesar de que generalmente los lagos ant árticos presentan una densa cubierta de hielo, la primavera y el verano austral permiten reducir la dureza de las restricciones abi óticas, y facilitan el desarrollo de comunidades planctónicas y bentónicas microbianas, que incluyen bacterias autótrofas y heterótrofas, protistas (fotosintéticos, mixótrofos o heterótrofos), y, en los lagos de condiciones climáticas menos restrictivas, metazooplancton, generalmente copépodos, que en algunos casos pueden ejercer un importante papel en el control de las redes tr óficas planctónicas. Por otro lado, los tapetes microbianos, principalmente formados por cianobacterias, constituyen la comunidad béntica más característica en los lagos y zonas encharcables de la Antártida. Antarctica is the continent with the hardest weather conditions on our planet. This environmental hardness significantly limits the diversity of living beings found in the Antarctic ecosystems compared to those in lower latitudes. However, the Antarctic aquatic ecosystems, and more specifically continental aquatic ecosystems, in so far as they have free water, are an opportunity for the life of oasis in an ice-cream desert. This is despite the fact that the Arctic ant lakes are generally dense ice cover, spring and southern summer make it possible to reduce the hardness of abi otic restrictions and facilitate the development of microbial planktonic and benthic communities, including autotrophous and heterotrophous bacteria, protist (photosynthetic, mixotrophos, or hetertrophos), and in ...