Asociación entre el ambiente volcánico del monte submarino Orca y microorganismos extremófilos

La zona del rift del Bransfield, ubicado entre las islas Shetland del Sur y la península Antártica, es un área geológica única caracterizada por un proceso de extensión cortical (rift) y subducción de tipo roll-back a la cual se asocian procesos volcánicos recientes y actividad hidrotermal subárea y...

Full description

Bibliographic Details
Main Authors: Rodrigo, Cristián, Yuan, Maylee, Blamey, Jenny M., Contardo, Ximena, Philippi, Nicolás, Cerpa Cornejo, Luis Moroni
Format: Conference Object
Language:Spanish
Published: Instituto Antártico Chleno 2019
Subjects:
Online Access:https://hdl.handle.net/20.500.12544/3916
Description
Summary:La zona del rift del Bransfield, ubicado entre las islas Shetland del Sur y la península Antártica, es un área geológica única caracterizada por un proceso de extensión cortical (rift) y subducción de tipo roll-back a la cual se asocian procesos volcánicos recientes y actividad hidrotermal subárea y submarina. Estos contrastes hacen oportuno el estudio de las interacciones entre el ambiente geológico-marino con los microorganismos. Unos de los edificios volcánicos submarinos más prominentes del rift del Bransfield es el monte Orca. Durante el crucero ANT-XXV/4 a bordo del buque R/V Polarstern en 2010, se obtuvieron muestras de agua al interior y fuera del cráter del monte Orca. Mediciones oceanográficas y geoquímicas, indicaron que existe una actividad hidrotermal débil. Por otro lado, se encontraron microorganismos termófilos e hipertermofilos en las muestras luego de incubación en varios medios y a temperaturas entre 70 °C y 97 °C, siendo esta la primera observación de estos tipos de organismos en aguas frías (>1 °C) y profundas de la Antártica (> 1000 m). Posteriormente en febrero de 2019, durante el crucero ANTAR XXVI a bordo del buque BAP Carrasco, se obtuvieron muestras de sedimentos en el fondo marino al interior y exterior del cráter del monte Orca, para determinar relaciones entre la composición de los sedimentos con los microorganismos extremófilos, utilizando técnicas similares de análisis. Resultados preliminares muestran que los sedimentos se encuentran enriquecidos en sulfuros polimetálicos y elementos como hierro, cobre y zinc. Además, en los cultivos de las muestras del fondo marino, en todas crecieron microorganismos termófilos (>70 °C), encontrándose una asociación entre la generación de precipitados de sulfuros de hierro y el crecimiento de los termófilos.