Evaluación del sistema de salud mental en México: ¿hacia dónde encaminar la atención?

OBJETIVO: Evaluar algunos indicadores clave del sistema de salud mental mexicano utilizando el Instrumento de Evaluación para Sistemas de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (IESM-OMS). MÉTODOS: La estrategia utilizada para responder a los indicadores del IESM-OMS incluyó: i) Revisió...

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Bibliographic Details
Published in:Revista Panamericana de Salud Pública
Main Authors: Shoshana Berenzon Gorn, Nayelhi Saavedra Solano, María Elena Medina-Mora Icaza, Víctor Aparicio Basaurí, Jorge Galván Reyes
Format: Article in Journal/Newspaper
Language:English
Spanish
Portuguese
Published: Pan American Health Organization 2013
Subjects:
R
Online Access:https://doi.org/10.1590/s1020-49892013000400003
https://doaj.org/article/92d2feb3335045f680a50cfa026636f0
Description
Summary:OBJETIVO: Evaluar algunos indicadores clave del sistema de salud mental mexicano utilizando el Instrumento de Evaluación para Sistemas de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (IESM-OMS). MÉTODOS: La estrategia utilizada para responder a los indicadores del IESM-OMS incluyó: i) Revisión de fuentes documentales, ii) Aplicación de cuestionarios y iii) Trabajo grupal utilizando la técnica de consenso con expertos. Para facilitar la recopilación de la información, se elaboró un cuestionario donde los indicadores fueron transformados en preguntas sencillas. Asimismo, se capacitó a las personas encargadas de recabar los datos y se realizó un seguimiento de dicha actividad. RESULTADOS: Del total del presupuesto asignado a la salud, solo 2% estaba destinado a la salud mental y, de ese porcentaje, 80% se empleaba para el funcionamiento de los hospitales psiquiátricos. El eje de la atención de la salud mental se encontraba en el hospital psiquiátrico y existían muy pocas unidades de hospitalización psiquiátrica en los hospitales generales y establecimientos residenciales, así como servicios específicos para niños y adolescentes. El acceso estaba limitado por la centralización del sistema de atención, ya que la mayoría de los establecimientos se ubicaban en las grandes ciudades. Solamente 30% de los servicios de atención primaria contaban con protocolos de evaluación y tratamiento para trastornos mentales. Finalmente, en los establecimientos de salud mental, la tasa de psiquiatras, médicos, enfermeros y psicólogos por cada 100 000 habitantes registró valores de 1,6, 1,3, 3,4 y 1,5 respectivamente. CONCLUSIONES: Para reducir la brecha entre la carga que representan los trastornos mentales y el presupuesto asignado para su atención, se requiere de un mayor financiamiento y una utilización de los recursos más racional, considerando al primer nivel como el eje de la atención. Asimismo, será necesario ampliar el número de especialistas, capacitar periódicamente al personal en los primeros niveles de atención e ...