Fluoroquinolonas en aves, huevos, alimentos avícolas y su impacto en la microbiota intestinal de aves

Se detectó la presencia de fluoroquinolonas en varios alimentos (huevos, alimentos para aves y pechuga de pollo), así como determinar el perfil de susceptibilidad de ácido nalidíxico y ciprofloxacina de las enterobacterias aisladas del contenido intestinal de pollos de Cumaná. Se estudiaron alimento...

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Bibliographic Details
Main Authors: Lorena Abadía-Patiño, Adny Coromoto Meneses Franco, Mariela Esther Romero Suárez, José Luis Prin, Fermín Rafael Gómez
Format: Article in Journal/Newspaper
Language:English
Spanish
Published: Universidad del Zulia,Facultad de Medicina,Departamento de Enfermedades Infecciosas y Tropicales 2021
Subjects:
Vio
Online Access:https://doi.org/10.5281/zenodo.4459386
https://doaj.org/article/4c1b3e3bf04c4a2d8183c3974eeb304a
Description
Summary:Se detectó la presencia de fluoroquinolonas en varios alimentos (huevos, alimentos para aves y pechuga de pollo), así como determinar el perfil de susceptibilidad de ácido nalidíxico y ciprofloxacina de las enterobacterias aisladas del contenido intestinal de pollos de Cumaná. Se estudiaron alimentos iniciadores y de engorde (de cinco marcas comerciales) y uno para gallinas ponedoras, así como pechugas de pollos nacionales y de Brasil. I-2 y E-1 fueron los que tuvieron las concentraciones más altas de enrofloxacina. El alimento para las gallinas ponedoras (AP 2,35 μg/mg) tuvo más enrofloxacina que los de los pollos. En los huevos, la mayor acumulación se vio en las yemas. Los pollos nacionales (0,43-0,56 μg/mg) acumularon más ciprofloxacina que los pollos de Brasil (0,14 μg/mg). De los hisopados rectales de los pollos, E. coli fue la principal especie aislada. Por antibiograma, 48% de las cepas fueron resistentes a las quinolonas probadas (ácido nalidíxico y ciprofloxacina). Cuando se determinó la concentración mínima inhibitoria a ciprofloxacina, todas las cepas fueron resistentes (8-128 μg/ml). Todos los alimentos muestreados exceden los límites máximos de fluoroquinolonas permitidos en humanos, lo cual ejerce una presión selectiva importante en las bacterias de la microbiota intestinal de los pollos