Influencia de los glucocorticoides inhalados sobre la densidad mineral ósea y el metabolismo óseo

Los glucocorticoides inhalados (GCI) constituyen hoy un tratamiento de primera línea del asma bronquial. Los efectos sistémicos de los GCI, como la supresión del eje hipotalámico- hipofisario-adrenal, son en general menores que los de los glucocorticoides orales. Sin embargo, existe el riesgo de efe...

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Bibliographic Details
Published in:Revista Panamericana de Salud Pública
Main Authors: Fernando D. Saraví, Manuel A. Guirao, P. Carlos Elías, Pablo J. Guarnieri
Format: Article in Journal/Newspaper
Language:English
Spanish
Portuguese
Published: Pan American Health Organization 2000
Subjects:
R
Online Access:https://doi.org/10.1590/s1020-49892000000400001
https://doaj.org/article/1134237f7c674eab95cbffeaba5a5880
Description
Summary:Los glucocorticoides inhalados (GCI) constituyen hoy un tratamiento de primera línea del asma bronquial. Los efectos sistémicos de los GCI, como la supresión del eje hipotalámico- hipofisario-adrenal, son en general menores que los de los glucocorticoides orales. Sin embargo, existe el riesgo de efectos adversos sobre el hueso a largo plazo. El objetivo del presente trabajo fue revisar los datos publicados acerca de los efectos de los GCI sobre los marcadores del metabolismo óseo y la densidad mineral ósea en adultos y en pacientes pediátricos. Aunque los estudios examinados no proporcionan resultados uniformes, en términos generales sugieren que los GCI pueden afectar al metabolismo y a la densidad mineral ósea, en particular 1) cuando se administran a dosis elevadas (más de 400 µg/día en niños y más de 800 µg/día en adultos); 2) en pacientes pediátricos, en los que también pueden afectar al crecimiento en estatura; 3) en pacientes cuya ingesta de calcio y vitamina D es inadecuada, y 4) en mujeres postmenopáusicas sin terapia de reposición hormonal. En general, a dosis terapéuticamente equivalentes, la beclometasona tiene mayor efecto deletéreo sobre el hueso que la budesonida, y esta mayor que la fluticasona. Además de la precaución obvia de utilizar la menor dosis eficaz, se proponen como medidas preventivas: 1) la adecuada instrucción sobre el uso de los aerosoles; 2) el uso de cámaras de inhalación; 3) el enjuague bucal tras la administración de GCI, y 4) ajustes o suplementos dietéticos para asegurar una adecuada ingesta de calcio y vitamina D.