Summary: | 5 pages Las actividades en la Antártida se rigen por el Tratado Antártico de 1959 y acuerdos asociados, que de manera conjunta se denominan como el sistema del Tratado Antártico. El Tratado definió la Antártida como una zona de paz y ciencia. En 1991, las Partes Consultivas del Tratado Antártico adoptaron el Protocolo al Tratado Antártico sobre la Protección del Medio Ambiente, en el cual se nombra a la Antártida como reserva natural. El Protocolo establece varios principios ambientales, procedimientos y obligaciones para asegurar la protección extensa tanto del medio ambiente antártico como de sus ecosistemas dependientes y asociados. Las Partes Consultivas han logrado acuerdo en que, hasta la entrada en vigor del Protocolo, sus disposiciones deberían aplicarse, cuando sea pertinente, en la medida de lo posible de conformidad con el sistema jurídico de cada una. [.] Peer reviewed
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