| Summary: | En la agenda ambiental en la provincia de Tierra del Fuego (Argentina), la Ruta del Corredor del Beagle fue uno de los temas centrales en 2019. Movilizó a actores del sector público y privado para manifestarse a favor o en contra de la construcción de una ruta que tendría una extensión aproximada de 130 kilómetros. Otro asunto vinculado a la política y el ambiente fue el tratamiento de un proyecto de ley para declarar área protegida a la Península Mitre. Si bien lleva más de diez años de tratamiento parlamentario, me llamó la atención la intervención de The Conservation Land Trust. Caminando por el centro de la ciudad de Ushuaia, me detuve a ver un cartel pegado en uno de los vidrios de los locales decía ?Yo voto por Península Mitre?.1 Pensé que podría pensarse como un caso aislado; sin embargo, esto se repitió en varias vidrieras. Estas experiencias fueron el disparador para retomar trabajos anteriores (Lorenzo; Seitz; Navarro-Drazich, 2019; Lorenzo, 2020a, 2020b) y preguntarme: ¿Por qué hay organizaciones no gubernamentales ambientales que están interesadas por la protección y conservación de ecosistemas en países del Sur?. Fil: Lorenzo, Cristian A. Universidad Nacional de Tierra del Fuego; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Centro Austral de Investigaciones Científicas; Argentina
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