Enfermedades que afectan a la fauna antártica y subantártica

La situación de aislamiento que presenta la Antártida con respecto a los otros Continentes es única. Un cinturón de mares profundos interpone distancias de 1.000 km con América y hasta 3.600 km con África. Tal separación es una barrera prácticamente infranqueable y explica la ausencia de vertebrados...

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Bibliographic Details
Main Author: Leotta, Gerardo Anibal
Other Authors: Giordano, Carlos José
Format: Book Part
Language:Spanish
Published: Universidad Nacional de La Plata
Subjects:
Online Access:http://hdl.handle.net/11336/129335
Description
Summary:La situación de aislamiento que presenta la Antártida con respecto a los otros Continentes es única. Un cinturón de mares profundos interpone distancias de 1.000 km con América y hasta 3.600 km con África. Tal separación es una barrera prácticamente infranqueable y explica la ausencia de vertebrados terrestres, a excepción de mamíferos marinos y algunas especies de aves migratorias vinculadas al mar. La presencia humana en la Antártida se remonta a la segunda década del siglo XIX con la llegada de los primeros exploradores, balleneros y foqueros. En las últimas décadas, la comunidad científica internacional reconoció la necesidad de reducir el nivel de deterioro global ocasionado por el hombre. Uno de los puntos más importantes que se aconseja considerar es la manutención de las áreas poco alteradas con la menor intervención antrópica posible. Entre estas áreas la Antártida ocupa un lugar de privilegio. El Tratado Antártico fue firmado en Washington el 1º de diciembre de 1959 y la Nación Argentina, firmante primaria del documento, lo ratificó en su totalidad mediante la ley 15.802 sancionada el 26 de abril de 1961. Dos meses más tarde fue ratificado por todos los países signatarios. El Tratado Antártico entró en plena vigencia el 23 de junio de 1961, instaurando un nuevo espacio polar situado al sur de los 60º S, espacio que desde entonces es utilizado exclusivamente con fines pacíficos. Durante los años 1993 y 2003, la Facultad de Ciencias Veterinarias (UNLP) participó de 10 campañas antárticas de verano, en las cuales se realizaron 326 necropsias de aves y 4 de mamíferos. Se confirmó que el 36% de las aves murieron por enfermedades infecciosas, el 31% por causas traumáticas, el 1,5% por enfermedades tumorales y en el 31,5% de los hallazgos no fue posible determinar la causa. Entre las principales causas de origen traumático se incluye el ataque de animales depredadores y los accidentes ocasionados por la presencia de instalaciones o estructuras construidas por el hombre. En la actualidad los conocimientos ...