Orquesta de Beba Pugliese, ensamble vocal e instrumental (Argentina)

Concierto interpretado por la Orquesta de Beba Pugliese. Beba Pugliese desarrolla una importantísima labor como directora, arreglista. Compositora y docente, contribuyendo a través del tango a la difusión y afianzamiento de la cultura argentina. Es docente en la Escuela de Música Popular de Avellane...

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Main Author: Orquesta de Beba Pugliese - Ensamble vocal e instrumental (Argentina)
Other Authors: Pugliese, Beba (Argentina), Suárez, Nestor (Argentina); Biraben, Federico (Argentina); Rodríguez, Fernando; Prieto, Marcelo; Videla, Mariano (Argentina); Ruffo, Marcos (Argentina); Ducca, Omar Darío (Argentina), Palomar, Oscar
Format: Other/Unknown Material
Language:Spanish
Published: 2002
Subjects:
Online Access:http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/p17054coll30/id/1091
Description
Summary:Concierto interpretado por la Orquesta de Beba Pugliese. Beba Pugliese desarrolla una importantísima labor como directora, arreglista. Compositora y docente, contribuyendo a través del tango a la difusión y afianzamiento de la cultura argentina. Es docente en la Escuela de Música Popular de Avellaneda y en el Instituto de Cultura José Hernández de Olivos. Actúa permanentemente en diversos escenarios y realiza presentaciones en los cinco canales de televisión y en muchas emisoras de radio. Por muchos años condujo su propio programa radial ""A puro tango"", difundido por FM Lanaus. Tango Música del mundo: quejas de bandoneón . 't ORQUESTA DE BEBA PUGLIESE Argentina Beba Pugliese, directora Miércoles 21 Y jueves 22 de agosto de 2002 • 7:30 p.m. SALA DE CONCIERTOS BA NCO DE LA REPÚBLICA BIBLIOTECA LU I S ÁNGE L A R ANGO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Beba Pugliese. piano. dirección. composición y arreglos Nestor uárez, primer bandoneón Federico Biraben, segundo bandoneón Fernando J. Rodríguez, primer violín Marcelo Prieto, segundo violín Mariano Videla, viola Marcos Ruffo, contrabajo Ornar Darío Ducca, voz Lucela Delrna "Beba" Pugliese roviene de una familia de músicos, razón por la cual tuvo contacto con esta disciplina desde su más tierna infancia. Siendo muy niña inició sus estudios de piano con el maestro Pedro Rubbione, y su formación teórica con su tía Adela Florio Popolizio. También fue alumna del profesor Oreste Catruonuovo y posteriormente de la profesora Berta Sujovolsky. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 Toda esta preparac ión intensa e ininterrumpida fue enriquecida con nlás de diez afios de especialización pianística con el nlaestro Vicente Scaramuzza. Se inició en la música clásica como solista de piano y ofreció numerosos conciertos. Entre 1967 Y 1974 trabajó en la parte musical de las obras de teatro El canto delfanloche, Juan Moreira Super Show y Cuánto cuesta el hierro. Luego fue convocada para asulnir la dirección musical de la obra Prohibido pisar el tango. Entre 1977 y 1978 actuó conlO solista en el homenaje al maestro Sebastián Piana. En 1978 conforn1ó su trío con el cual realizó varias presentaciones por todo el país, con gran éxito. Grabó su prin1er L. P con el sello urco: lo arreglos del disco fueron realizados por ella n1islna. En 1980 confornló un quinteto y grabó su segundo L. P con el sello R.e.A. Victor. Entre 1982 y 1985 actuó en forma continua en Buenos Aires y en el interior del país. Se presentó en todas la emi oras y canales de televisión actuando en Tien1po Tango y Caño 14. Conformó en 1986 la orquesta que dirige desde el piano. convirtiéndose en la única mujer directora de orque ta de tango, con arreglos propIOS. Beba Pugliese desarrolla una importantísima labor como directora, arreglista. compositora y docente, contribuyendo a través del tango a la difusión y afianzamiento de la cultura argentina. Es docente en la Escuela de Música Popular de Avellaneda y en el Instituto de Cultura José Hernández de Olivos. Actúa permanentemente en diversos escenarios y realiza presentaciones en los cinco canales de televisión y en muchas emisoras de radio. Por muchos años condujo su propio programa radial "A puro tango", difundido por FM Lanaus. ., Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Es frecuentemente invitada con su grupo a actuar en el exterior y es así como se ha presentado en Alemania, Holanda, Japón. España, Bélgica, Francia y Uruguay. Ha recibido distinciones importantes como la de Revelación año 1994 junto a Edmundo Rivero y Susana Rinaldi en la selección Balance 80; fue designada como Académica por la Academia Nacional de Tango. Escribe artículos sobre música y sobre diversos aspectos de la interpretación del tango. Con la orquesta que actualmente dirige ha grabado cuatro discos compactos: Sueños y sombras en 1995: Vivo en Alnu.lgro en 19 8: Pasión en langa (1) en el 2000 y Pasión en fango (2) en el 200 l. , J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PROGRAMA 1 La Beba OSV ALDO PUGLIESE (Tango) ( 1905-1995) Tinta roja SEBASTIÁN PlANA (Tango) (1903-1994) CÁTULO CASTILLO ( 1906-1975) Como dos extraños JOSE M. CONTURSI (Tango) (191 1- 1972) PEDRO LAURENZ ( 1902-1972) El africano EDUARDO PEREYRA (Tango) ( 1900- J 973 ) 4 El amanecer ROBERTO FIRPO (Tango) (1884-1969) Escucha esta canción JAIME WILENSKY (Tango) Sueños y somhras BEBA PUGtlESE (Tango) ( 19?) Canoro en París JORGE SCARPINO (Tango) ( 1896-1974 ) ALEJANDRO se ARPINO JUAN CALDARELLA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. INTERMEDIO La última copa FRANCISCO CANARO (Tango) (1888-1964) Libra JAIME WILENSKY (Vals) NJalandraca OSVALDO PUGLIESE (Tango) El pescante SEBASTIÁN PlANA (Tango) ( 1903-1994) HOMERO MANZI (1907-1951) De puro guapo PEDRO LAURENZ (Tango) ( 1902-1972) 5 Uno MARIANO l\rlORES (Tango) (1922) ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO (1901-1951 ) La Cachila EDUARDO AROLAS (Tango) (1892-1924 ) CONCIERTO No. 45 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 El tango: sus notas profanas Osear Palomar 11 El final 'del siglo diecinue, e tendrá su poeta . en las riveras americanas, en la desembocadura del Plata ". Así lo profetizaba Isidore Ducasse, conde de Lautréamont, en el primero de Les chants de Maldoror de 1869. Criado hasta su adolescencia en Montevideo, el poeta maldito vivió en carne propia los dramas de la migración europea hacia el sur del continente, así como la gestación de una nueva lengua franca en medio de la turbulencia de los últimos años de la dictadura argentina del general Rosas. Todos estos factores -la inmigración, la inestabilidad política, la necesidad espiritual y económica de mezclarse con el nuevo mundo- hallaron expresión un par de décadas más tarde en el tango. Aún hoy en día se discute en los círculos de especialistas la génesis del vocablo tango y se plantean diversas teorías sobre sus orígenes. Lo cierto es que con el tango. con esa música bailable que. parafraseando a Jorge Luis Borges, '''subió de los pies a la cabeza", América, toda ella. desde la Patagonia hasta Alaska tuvo su primera música auténticamente urbana. Más allá de las indudables influencias negra y . mediterránea, eslava y ciertamente indígena lo que desde los años veinte entendió el mundo como tango fue el producto de una consonancia cultural mayúscula. Allí se hermanaron~ y aún se hermanan, los lamentos de todos los pueblos parias de occidente: del indio americano. negado y desposeído; del campesino desplazado; del marinero negro habitante de todos los puertos y de ninguno; del calabrés camorrero y el polaco anarquista prófugos de lajusticia todos buscadores de un mundo indómito de potros cimarrones y razas caníbales lejano pero igualmente desolado. Allí desembarcados como ganado de miles de steamers, cantaron su pena los judíos y los gitanos, los quincalleros y los ruso-blancos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Todos ellos se conVIrtIeron por fuerza mayor en los primeros habitantes de las ciudades americanas desde Nueva York hasta Bogotá, desde Managua hasta Buenos Aires. Y de su difícil pero inevitable mezcla nació en las riveras del Río de la Plata el lunfardo, ese destilado de la milonga gaucha de la habanera caribe, del fandango ibérico, que no sólo fue una música sino una germanía hecha para nombrar el mundo al "vesre". Nació en los cafetines, en los ghettos, en los burdeles, como un canto de añoranza por el mundo perdido. desde la caída del primer hombre (quienquiera que haya sido) hasta la privación de la patria. El desencanto obligado de estos pioneros a regañadientes se resumió con inusual vividez en La violeta. tango con letra de Nicolás Olivari y música de Cátulo Castillo: Con el codo en la mesa mugrienta y la vista clavada en un sueño. piensa el tano Dom ingo Polenta en el drama de su inmigración. y en la sucia cantina que canta la nostalgia del viejo paese, desafina su ronca garganta ya curtida de vino Carlón: "E la Violeta, la va, la va, la va . la va sul campo che lei si sognaba che l'era su gingin, qui guardando la staba . " Él tar11bién busca su soñado bien, desde aquel día, tan lejano ya, que con su carga de ilusión saliera como la Violeta que la va, la va . Canzonetta del pago lejano que idealiza la sucia taberna y que brilla en los ojos del tano con la perla de algún lagrimón. La aprendió cuando vino con otros encerrado en la panza de un buque, y es con ella, metiendo batuque, que consuela su desilusión. 9 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 10 Ese batuque del que nos habla éste tango tiene en el lunfardo una doble acepción, que es más que reveladora. Indica tanto un baile de negros como una estridencia. una confusión. Tal como lo anunciaba, sin saberlo Lautréamont, fue efectivamente en los últimos años del siglo diecinueve cuando el tango empezó a tomar la forma que hoy nos parece tan esencial. Surgió en las "academias" de los bajos fondos porteños (eufemismo rebuscado para casas de baile y lenocinio), donde primitivos conjuntos de flauta, violín arpa o guitarra tocaban a diez centavos la pieza incluida la compañera. En ese entonces la música, compuesta e interpretada a puro oído. no debía ser mucho más que la banda sonora, ojalá bien escandalosa. para las peleas de cada noche~ máxime cuando el dudoso atractivo propagandístico de estos peringundines incluía damas '''con puñal bajo la liga". "El compadre es el rey de este submundo". escribió Ernesto Sábato. "Mezcla de gaucho y malo y de delincuente siciliano. viene a ser el arquetipo envidiable de la nueva sociedad: es rencoroso y corajudo. jactancioso y macho". En aquellos priJ;neros años que apenas acariciaron al siglo veinte. se trató pues de un baile de marginados, el cual, eso sí, contó con todos los atributos para atraer a los calavera de los barrios 'bien', a los patoteros con ínfulas de compadrito. Pero a renglón seguido, en lo que va del novecientos a la década del veinte, este tango rudimentario indigno de ser considerado nacional por las elites intelectuales desanduvo los pasos de la inmigración y, sin que se supiera exactamente cómo, inundó a París. Ya para entonces contaba entre sus instrumentos con el bandoneón germánico y con el piano, que habían desterrado a la guitarra. Lo interpretaban orquestas de fantasía ataviadas como los europeos suponían que vestía el gaucho montaraz. Los títulos de esta época eran más que sugestivos: Golpiá que te van a abrir, No me pisés la pollera, C. T V, TB. C. De la aguda pluma del polifacético e injustamente olvidado R. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B. CWlninghanle Graham. escocés de nacimiento y gaucho por adopción. emanó esta ácida descripción, traducida por Baldomero Sanín Cano de un baile de tango en la Ciudad Luz. circa 1910: Después del five o 'clock, convertido en copiosa merienda de tostadas y buñuelos. de panecillos, de emparedados y de bollos calientes. la perfunlada nlultitud, restaurada con este refrigerio de la dura jornada de trabajo gastada en ir a tiendas. en pasear en coche como almas en pena, en visitar gentes detestadas, y en otras empresas de la laya. pasó sin premura a un gran salón donde tocaba la banda. Al atravesar los pasadizos. los hombres se acercaban a las mujeres hasta oprimirlas y les murmuraban al oído anécdotas que las hacían ruborizar o reírse como sin gana a tiempo que protestaban en frases de dudosa seriedad. Eran los primeros días del advenimiento del Tango Argentino, la danza que le ha dado la vuelta al mundo en un contoneo de las caderas. Las señoras lo declaraban encantador, cerrando los ojos y dejando pasar un ligero temblor de emoción por sobre los labios. Los hombres afinnaban que esa era la única danza digna de ser bailada. Era tan española, tan sin convenciones; combinaba todos los movimientos estéticos de las imágenes que aparecen en los vasos etruscos, con la gracia extraña de los gitanos húngaros . es algo como si dijéramos . ¿me comprende usted? oo. ¿ya sabe? Cuando todos estuvieron sentados, la banda, una banda húngara desde luego, rompió en un ritmo mitad rag­time, mitad habanera, canallesco pero sensual, y las manos, aún las de aquellas cuyos más inmediatos progenitores habían sido vendedores de puerco en Chicago o gambusinos que habían dado con su mina en Zacatecas, prorrumpieron involuntariamente en aplausos comedidos, por lo general fuera de tiempo, consistentes en golpes contra el espaldar de los asientos. 11 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 Un joven alto que parecía escapado de una lámina de modas, de cabello liso negro, pegado a la cabeza a fuerza de cosmético, de pantalones tan inmaculadamente aplanchados que parecían hechos de cartón, conducía a una joven envuelta en una falda tan estrecha que no habría podido moverse dentro de ella si no hubiera estado abierta hasta la rodilla. Manteniéndose el uno tan cerca de la otra que la pierna del pantalón tan bien aplanchado desaparecía bajo la estrecha falda. el hombre ceñía con un brazo a la mujer de tal manera que la mano iba a quedar cerca del rostro de ella. Giraban en torbellino, doblegándose hasta el suelo~ tirando las piernas hacia adelante, y dando siempre vueltas, todo con un movimiento de caderas que parecía fundir en un todo armonioso el pantalón irreprochable y la falda hendida. La música se iba haciendo más tumultuosa y los compases se multiplicaban, hasta que, con un salto, la mujer se arrojaba, por un instante, en los brazos del danzante, que la depositaba en el suelo con tanta maña como si se tratara de un huevo acabado de poner. En seguida la pareja hacía la venia para desaparecer. Sobrevinieron los aplausos discretos y con ellos exclamaciones tales como "wonderful", '~iqué gracia!", "Viven! les Espagnoles", ya que el crítico auditorio no reparaba en hacer memoria de los días de la independencia, de los meros cambios políticos o de otro género. No habiendo oído nunca los nombres de San Martín, Bolívar o Páez y de sus colegas libertadores, parecía pensar que Buenos Aires era una parte de España. París, Londres y Nueva York eran todo el mundo para esa turba a la moda, y lo demás, con excepción desde luego de los gitanos húngaros y de los danzantes del Tango, gentes bárbaras huérfanas de cultura. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Pero. a decir verdad, no todas las damas europeas consideraban "encantador" al tango. ni todos los hombres "afinnaban que esa era la única danza digna de ser bailada". De h\rcho, la duquesa de Norfolk lo declaró de franco mal gusto y contrario al carácter inglés; el káiser de Alemania lo prohibió entre sus oficiales; el cardenal Merry del Val, arzobispo de París, lo condenó en las postrin1erías del fatídico 1914. Todo esto. claro no hizo sino aumentar su fama. Cuando llegó hasta la Santa Sede en busca de una afectada indulgencia papal. Pío X opinó. con la usual casuística vaticana, que si bien no era un baile inmoral sí estaba lleno de las "ridículas contorsiones bárbaras de los negro y los indios": por lo mislllo, recon1endó a los jóvenes exhlunar en cambio la furlana veneciana del siglo dieciocho. Y. 11 ' tese. la prescripción provino del mismo pontífice que un par de años antes se había pronunciado c ntra la explotación de los indígenas suralnericanos en u encíclica Lacril71abili Sta/u . La mirada sobre el tango tampoco era lTIUy diferente en los Estados Unidos. Cuando Enrique Delfino llegó a Nueva York C01110 pianista del Trío Select. se io obligado a presentarse tiznado y selnidesnudo. literalmente encadenado a su instrumento. bajo un letrero que rezaba "Argen/ine Indian.from the Pampas ". Todavía en 1921, cuando Rex Ingram dio a conocer su versión fílmica de Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Rodolfo Valentino se robaba el show bailando una mueca de tango, tan acrobática como burda, que la época vino a conocer como el baile "apache". y sin embargo, fue gracias a la desfigurada aparición del tango en París, Barcelona y Nueva York. que éste pudo. al fin retornar al Río de la Plata como una importación legítima. Por las vueltas de la vida, ahora se ponía de n10da porque así lo quería el viejo mundo. Rápidamente el fonógrafo y la empresa editorial le fueron sacando de los conventillos y lo condujeron a los cines y cabarets del momento, a los conservatorios y al pentagrama' poco 13 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 14 después viajaría por las ondas herzianas. A la vuelta de la Gran Guerra se había convertido en música "popular", en artículo de consumo masivo. Terminaban los días de la Guardia Vieja,' los fundadores de la tradición -Ángel Villoldo. Juan Maglio, Vicente Greco- daban paso a los virtuosos y a ese nuevo tándem, desde entonces indispensable, que fue el delletrista y el cantante. Sucedió la Guardia Nueva, que se extendió hacia el cuarenta. De allí surgió la gran mayoría de autores que hoy escucharemos, cuyas vidas y obras son demasiado vastas y ricas como para resumirlas en estas líneas. A parti r de la consolidación del sexteto como ensan1ble clásico del tango emergieron. siempre con un lenguaje personalísin10 y audaz. las acrobacias bandoneonésticas de Eduardo Arolas -sin duda el último ··compadrito". quien murió acuchillado en París por cuenta de los moquereuux lnarselleses- Pedro Laurenz y Pedro Maftia. Los do últitnos. a su vez. se estrenaron en la 111ítica forn1ación de Julio de Caro y habrían de acompai\ar las primeras incursiones del joven Osvaldo Pugliese. revolucionario en todo el sentido de la palabra. A la vera de los tiempos se encontró Roberto Firpo, pianista como Pugliese. trasegando con el legado de la Guardia Vieja e inspi rando a la generación que constituyó la llamada "Época de oro~'. los hijos de la Guardia Nueva, Di Sarli, D'Arienzo, Troilo. Y de éstos hasta Piazzolla . y hasta el presente. Tiene sentido, en todo caso hacer más hincapié en los orígenes del tango, por oscuros que estos sean~ que en su presente luminoso. El tango, como sistema filosófico, es una eterna reflexión sobre el tiempo perdido, sobre los fantasmas que, por sus actos tan irresponsables como irreversibles, nos condenaron al Destino. En Los mareados, Enrique Cadícamo increpó a su anónima pareja con lucidez trágica diciéndole: "Hoy vas a entrar en mi pasado ". Por su parte, Borges cantó metafísicamente en El Tango: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ¿ Dónde estarán? pregunta la elegía de quienes ya no son, como si hubiera una región en que el Ayer pudiera ser el Hoy, el Aún y el Todavía. Pt;ro. lo que es lnás importante, el tango no requiere de letra para elucidar la incógnita borgiana, porque desde sus inicios como danza maleva armonizó la nostalgia de todos los pueblos desarraigados; esa misma ""razón anamnética" que descifró Walter Benjamin en la conciencia judía de la IlistorÍa. como una continua escenificación del Éxodo. Lautréamont tenía razón: el verdadero poeta de nuestro iglo veinte. el de nosotros los sojqzgados, fue el tango. Por eso. aunque rioplatense, aunque argentino, aunque porteí1o. es esencialmente universal. Comparte con elfado sus saudades y con la ranchera su sentimiento trágico de la existencia. No obstante, a diferencia de aquellos, y acaso sin proponérselo. abraza a la hun1anidad entera, condenada corno está a la frenética errancia de Occidente. Solo así puede explicarse por qué el barón Megata lo llevó a principios del siglo veinte al Japón. de donde nunca salió: solo así puede explicarse por qué caló tan hondo en la Alemania nazi y en la Unión Soviética; solo así puede explicarse por qué se sobrepuso - Yrigoyen y Perón lnediantes- a incontables dictaduras. En Colombia encontró a León Zafir, a Emilio Murillo, a nuestro Caballero Gaucho. Por eso hoy, precisamente cuando el continente americano, del sur hacia Río Grande, ha vuelto a padecer la misma incertidumbre de los primeros tiempos del tango. sentimos a esta música como nuestra. Y por eso la escuchamos como propIa. 15 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 16 AGOSTO Domingo 25 11:00a.m Lunes 26 7:30 p.m Un instrumento, un intérprete CÉDRIC TIBERGHIEN, piano (Francia) Este joven pianista francés. cuya carrera se ha desarrollado de manera extraordinaria y exitosa, ganó en 1998 el primer prem io en el Concurso Marguerite Long-Thibaud y otros cinco premios especiales entre ellos el del público y el de la orquesta. Otra importantes distinciones fueron las obtenidas en el Concur o internacional de Bremen (segundo lugar). en el Concur o internacional GPA de Dublín (segundo lugar), en el Concurso internacional Arthur Rubinstein de Tel Aviv, en el Concurso internacional de ejecución musical de Ginebra (Suiza) y en el Concurso internacional Humberto Micheli de Milán (Italia). Ha realizado numerosas grabaciones para la radio y así mismo ha grabado numerosos discos compactos para los sellos Harmonia Mundi y Lyrinx. Programa: J. S. Bach: Partita No. 4, BWV 828: M. Ravel: Gaspar de la Nuit,' F. Mendelssohn: Hojas de álbum: dos Romances sin palabras,' Fantasía Op. 28. Con el apoyo de la Embajada de Francia y la AF AA Tarifa D: $ 4:300 adultos; $ 1.600 niños' $ 4.000 estudiantes, afi liados y tercera edad. Lunes de los jóvenes intérpretes SERGIO CASTELLANOS, violonchelo (Colombia) Ganador de la categoría superior de violonchelo en el II Concurso para cuerdas (diciembre de 2000). LUDMILA WEBER, piano (Polonia) Programa: F. Francoeur: Sonata en A1i mayor; L. v. Beethoven: Sonata Op. 102, No. 2,' D. Shostakóvich: Sonata en Re mayor, Op. 40. Tarifa E: $ 1.700. Entrada gratuita para afiliados. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TOlTIe Nota Los conciertos se iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa y en el programa de mano. Llegar a tiempo le permitirá disfrutarlos en su totalidad. Si usted llega tarde le solicitamos esperar en el foyer hasta que termine la primera obra. Mientras tanto. el monitor de televisión le permitirá seguir lo que sucede en el escenario. Las puel1as de la Sala estarán abiertas quince minutos antes de la iniciación de cada concierto. El timbre se utiliza de la siguiente manera: - Un timbre: llamado de atención. - Do timbre : in\"itación para entrar él la ala y acomodarse en .u silla. - Tres timbres: salida del artista al escenario e iniciación del concierto. No e. t<\ permitido fumar en la ala. como tampoco el ingreso y consumo de alimentos o bebidas. M ientras permanezca en la ala por favor mantenga apagado su buscapersonas. alarma de reloj y celu lar. No está permitida la toma de fotografías ni las grabaciones en audio o ideo. Los acomodadores colaborarán en la localización de su silla y lo orientarán en los espacios de la Sala. El plano ubicado en la entrada también puede ayudarlo a visualizar su lugar. El servic;io de cafetería y bar e prestará ante del COIll ienzo y en el intermedio del concierto. Si necesita ta i al tinalizar el conciel1o. por t~lVor acérquese a la portería del parqueadero de la Biblioteca (ascensores) y marque la extensión 8575 . 17 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PLANO SALA DE LA 18 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETERÍA DESCUENTOS DÍA TARifA PLENA Niños Estudiantes Otros· 1\1 iércoles A $ 11.700 $ 3.000 $ 5.700 ( erie Internacional) B S 18.500 $ 4.800 $ 9.000 (' $ 34.300 S 17.000 $ 17.000 Domingos (Mú ica en Familia) D S 4.300 $ 1.600 S 4.000 $ 4.000 Lunes y martes E S 1.700 $ 1.700 $ 1.700 (.Jóvene Intérpretes) ,. Tercera edad y ati liados a la red de Bibl iotecas. Los ati liados de la red p.ueden ingresar gratll ilamente a los conciertos de la serie Lunes de los Jóvenes Interpretes DESCUENTOS CUÁNTAS QU"~ N CÓMO (oncesit' n tercera edad 2 Personas mayures de 60 aiios. Presentar cédula y firmar. Afiliados a la Red de Bibliotecas 1 Aliliados Categorías By C. Presentar carné vigcnt\:! y firmar. E ,tuJianles 1 Estudiantes de colegios y Presentar carné universidades. vigente. Niiios 1 Nill0S enlr\:! seis y doce all05 . PUNTOS DE VENTA OíAS DEL CONCIERTO (Taquilla de la Sala de Conciertos) Calle 11 con carrera 5a. Tel. : 343 12 98 Horario de atención : L.unes a vianes: de 5:30 a 7:30 p.m. · Domingo: de 9:00 a 1I :00 a.l11. VENTAS ANTICIPADAS Puede acercarse a estos puntos de venta o llamar por teléfono para hacer las compras o las reservas de boletas Exopotamia Biblioteca Luis Ángel Arango Calle) 1 No. -l-I ·l. Tels .: 282 79 95 Y 343 1298 Horario de atención: Exopotamia Sede norte Calle 69 A No. 6-19. Tels.: 32 J 09 16 - Telefax .: 321 0917 Ilorario de atención : Lunes a viernes: de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. Lunes a vieme : de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Sábados de 11 :00 a.m . a 5:00 p.m. Sábados de 1I :00 a.m. a 5:00 p.m. Domingos de II :00 a.m. a 3:00 p.m. www.exopotamia.com. En la página de Exopotamia se pueden hacer consultas sobre la programación así como reserva de boletería. Conéctese al Banco de la República: www.banrep.go\'.co , a su Biblioteca virtual: www.lablaa.or 19 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 20 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Sociedad de Autores y Compositores de Colombia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.