Summary: | Located in the foothills of the north-western sector of the Estrela Mountain (Beira Alta province in central-north Portugal), Penedo dos Mouros Rock-shelter revealed a succession of three distinct archaeological horizons datable to the evolved Early Neolithic and initial Middle Neolithic, thus partially coinciding with the onset of the regional Megalithism. The find of a few caprine remains at least one possible sheep, among a large spectrum of species –swine, rabbit, hare, Iberian lynx and toad–, makes this site the oldest in the region to provide direct evidence for herding practices. Small-sized pots, expedient use of local lithic raw materials together with curated use of exogenous flint, and low density of artefacts indicate a strategy of residential mobility in line with similar evidence observed elsewhere in Beira Alta. Given previous claims of Neolithic vertical transhumance between montane plateaux –in the summer– and lowland plains –in the winter–, this hypothesis is here discussed –and refuted– based on spatial analysis of Neolithic sites, economic characterization of the period and local orographic and bioclimatic constraints. Ubicado en las estribaciones del sector no de la Sierra de la Estrella (provincia de Beira Alta, en el centro-norte de Portugal), el Abrigo de Penedos dos Mouros ha revelado una sucesión de tres horizontes arqueológicos distintos, asignables al Neolítico Antiguo evolucionado y Neolítico Medio, coincidiendo así, parcialmente, con el inicio del Megalitismo regional. El hallazgo de un número limitado de restos de caprino –al menos una posible oveja– entre un largo espectro de especies –cerdo, conejo, liebre, lince ibérico y sapo– convierte este yacimiento en el más antiguo de la región con evidencia directa de mantenimiento de ganado. Vasos de pequeño tamaño, uso oportunista de materias primas líticas locales, acompañado de uso extensivo de sílex exógeno y baja densidad de artefactos, indican una estrategia de movilidad residencial en la misma línea de evidencias similares observadas en otros yacimientos en Beira Alta. Dadas reivindicaciones anteriores de trashumancia vertical entre la meseta serrana –en verano– y las planicies bajas –en invierno–, esta hipótesis es discutida –y refutada– con base en el análisis espacial de yacimientos neolíticos, caracterización económica del periodo, orografía local y restricciones bioclimáticas.
|