Summary: | El síndrome de exfoliación es una enfermedad relacionada con la edad que se caracteriza por el depósito de material distintivo en muchos tejidos oculares y sistémicos, con las consiguientes implicancias para la salud ocular (opacidades del cristalino, aumento crónico de la presión intraocular y mayor frecuencia de complicaciones quirúrgicas durante las operaciones de cristalino) y sistémica (pérdida de audición y enfermedades cardiovasculares). Es una enfermedad universal que se da en todos los países, cuya frecuencia varía de un país a otro. Por ejemplo, el síndrome de exfoliación es extremadamente común en Escandinavia, con una incidencia de aproximadamente el 22,4%, pero es rara en China, con una tasa de aproximadamente el 0,4%(1). El síndrome de exfoliación se encuentra con mayor frecuencia en islandeses, finlandeses, rusos y japoneses que, con una prevalencia aproximada del 21%. El síndrome de exfoliación también puede contribuir al 25% del glaucoma primario de ángulo abierto en todo el mundo para todas las personas de 60 años o más. Estas tasas de prevalencia incluyen el 1,73% en una población congoleña, el 2,8% en una población de Singapur, el 2,3% en el Reino Unido, el 38% en la población de indios americanos navajos, y el 4,4% en nuestro país y ningún caso documentado en la población indígena de Groenlandia. Se necesitan más estudios sobre la prevalencia del síndrome de exfoliación a nivel de población individual y sus asociaciones para comprender mejor el síndrome de exfoliación a nivel mundial. En general, la prevalencia puede ser difícil de evaluar porque el síndrome de exfoliación suele pasar desapercibida en los exámenes, sobre todo en aquellos que se someten a cirugías de cataratas. La cirugía de cataratas es común en pacientes mayores de 60 años; por lo tanto, el síndrome de exfoliación es mucho más difícil de observar y diagnosticar debido a la eliminación de gran parte de la cápsula anterior del cristalino y del material del síndrome de exfoliación en la cámara anterior durante la cirugía. Las ...
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