Summary: | La persistencia de una pequeña comunidad residual de oso pardo, Ursus arctos LINNEO, en el norte de la Península Ibérica es un hecho excepcional dentro del conjunto faunístico de Europa occidental, de la que este gran carnívoro ha desaparecido hace décadas. La inexorable agonía de este último reducto, destaca al compararla con el enorme éxito ecológico con que se desarrolló a lo largo de todo el Pleistoceno, compitiendo, conviviendo y siendo, finalmente, aniquilados por el hombre del que fueron compañeros de viaje durante cientos de miles de años. La Península Ibérica, además, posee enormes zonas con desarrollo de fenómenos de karstificación en cuyos rellenos se han localizado miles de restos de estos animales, que han permitido mejorar nuestros conocimientos sobre su filogenia y distribución blostratigráflca (TORRES 1986) y, en no pocas ocasiones, han suministrado datos sobre su paieoecología (TORRES et al. 1990).
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