Summary: | El derretimiento del hielo polar y los altos precios de los energéticos han abierto una oportunidad para Rusia, deseosa de adjudicarse una amplia porción de territorio ártico para aumentar su poder nacional en las esferas geopolítica, económica y estratégica. Estas ambiciones se reflejan claramente en la misión rusa Arktika 2007, lanzada para probar la validez de las exigencias de Moscú. Si dichas ambiciones se ven realizadas, ello pudiera ayudar significativamente a Rusia a recobrar su estatus de gran potencia. Sin embargo, Estados Unidos y Canadá de ninguna manera desean ver cumplidas las aspiraciones rusas, debido al poder que este país adquiriría. No obstante, aún es demasiado pronto para predecir qué tan lejos están dispuestos a ir
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