Summary: | No es difícil ver a Josefina Castellví conduciendo un tractor o una Zodiac entre los témpanos, quemando basura o abriendo una zanja. Su trabajo de investigación como bióloga oceanográfica quedó relegado ante el desafío que supone ser coordinadora del Programa Antártico Nacional y dirigir una base en un territorio cuajado de dificultades, inhóspito pero bellísimo.Es una mujer segura y dura, pero tampoco oculta sus dudas o inseguirdades en algunos momentos, escasisimos, en los que se permite relajarse y olvidar su papel antártico. Es entonces cuando dulcifica la voz y se entiende la enorme contradicción aparente de que esta mujer, peleona y autoritaria, mantenga una muñeca vestida de rosa encima de su cama, en el minúsculo camarote que le hace de habitación. "Con mi familia me callo mucho lo que estoy haciendo aquí", dice, "porque no se puede entender. Yo en mi vida he lavado más platos que en la Antártida, y eso nadie puede entenderlo". [.] Peer reviewed
|